Aunque salud y bienestar se utilicen a menudo como sinónimos, cada uno tiene una definición única que ha evolucionado a lo largo de la historia.
En la antigüedad, la salud, o la ausencia de enfermedad, estaba estrechamente ligada a la religión, con la creencia de que los dioses, los demonios y los poderes sobrenaturales debían apaciguarse para lograrlo. Hipócrates, considerado el padre de la medicina moderna, es conocido por romper con este sistema de creencias y, en cambio, promueve la idea de que la salud requiere equilibrio dentro del cuerpo. Su concepto general de salud es la base de la medicina funcional, lo que requiere mirar la salud desde una perspectiva holística.
La definición moderna de salud establecida por la Organización Mundial de la Salud es el “estado de completo bienestar físico, mental y social y no simplemente la ausencia de enfermedad o dolencia”. Con nuestro conocimiento avanzado de cómo se puede lograr la salud, es importante comprender por qué el bienestar también se debe lograr en conjunto.
Salud vs. Bienestar
La salud se refiere a un estado del ser, desde la salud física hasta la salud social y mental. Si bien la meta es la salud integral u holística, la salud a menudo se logra desglosando las áreas que necesitan atención y tomando medidas para abordar cada área, desde la salud del corazón hasta la salud intestinal. Los pasos que uno tomaría para mejorar cualquiera de esas áreas de la salud podrían comenzar con muchas de las mismas cosas: como apuntar a perder peso, reducir la presión arterial y el colesterol al limitar los alimentos procesados, comer alimentos más ricos en nutrientes, priorizar el sueño, manejar el estrés, no fumar, limitar el consumo de alcohol y mucho más.
Esencialmente, la salud es el objetivo, mientras que el bienestar, por otro lado, es el proceso dinámico de vivir una vida sana y plena. El bienestar abarca las áreas de nuestra vida que impactan nuestra salud, y no solo nuestra nutrición y actividad física.
El ejercicio Circle of Life es una de las mejores formas de averiguar cuánta atención le estás prestando a:
- Carrera profesional
- Creatividad
- Educación
- Finanzas
- Salud
- Cocina casera
- Ambiente en el hogar
- Alegría
- Actividad física
- Relaciones
- Vida social
- Espiritualidad
Hacer este ejercicio iluminará qué áreas necesitan fortalecerse, y es posible que descubra que hay cruces, como las finanzas con la carrera; cocina casera con ambiente hogareño; o relaciones con la vida social y la alegría. Nuestro bienestar está interconectado y el bienestar óptimo dependerá del equilibrio de todas las áreas juntas. Encontramos el equilibrio fortaleciendo, además de cada área por sí sola, todas las áreas en su conjunto.
Entonces, ¿qué es más importante: la salud o el bienestar? Ninguno es más importante. De hecho, es por eso que existen ambos términos, para unirlos y demostrar que, para estar verdaderamente saludable y satisfecho, no se puede tener uno sin el otro.
Salud física
¡Cuidar tu salud física no sólo beneficiará a tu cuerpo sino también a tu mente! Al concentrarte en comer una dieta llena de alimentos nutritivos y coloridos y hacer suficiente actividad física cada semana, estarás en camino de alcanzar la máxima salud física.
Los alimentos que ayudan a tu bienestar físico incluyen:
- Alimentos fermentados ricos en prebióticos y probióticos.
- Frutas y vegetales.
- Grasas saludables, como ácidos grasos omega-3 y grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas.
- Proteína, ya sea de origen vegetal o animal con un consumo limitado de carne roja
- Granos integrales y carbohidratos complejos.
Consumir una dieta equilibrada con una cantidad mínima de alimentos procesados preparará a tu cuerpo para el éxito y evitará enfermedades crónicas a largo plazo, como la diabetes tipo 2, la obesidad y las enfermedades cardíacas. Estos alimentos también fomentan un microbioma intestinal floreciente, que es la clave para su inmunidad y salud mental. La conexión entre el intestino y el cerebro juega un papel importante en su bienestar mental y emocional, ya que más del 90% de la serotonina, la hormona para “sentirse bien”, se produce en el intestino. Y, por último, los alimentos que ingieres afectan a todos los sistemas principales de tu cuerpo, ¡así que aprovéchalos bien!
Las actividades que benefician su bienestar físico incluyen:
- Ejercicios de bajo impacto, como caminar, andar en bicicleta, yoga, tai chi y nadar.
- Ejercicios de alto impacto con moderación, como correr, entrenamiento en intervalos de alta intensidad, boxeo y entrenamiento de fuerza.
- Movimiento integrado en su rutina, como subir escaleras en lugar del ascensor, jardinería, tareas domésticas, caminar o andar en bicicleta en lugar de conducir y estirarse.
El movimiento es importante para la salud física, desde mejorar el equilibrio y desarrollar músculo magro hasta mejorar la función cardiovascular y estimular el estado de ánimo y la energía. Si no estás acostumbrado a hacer ejercicio con regularidad, comienza poco a poco: camina alrededor de la cuadra, estaciónate más lejos del supermercado o comprométete a estar de pie más durante la jornada laboral. Cada poquito cuenta, ¡así que haz lo que funcione mejor para ti!
Bienestar mental
Para vivir una vida más saludable y feliz, crea hábitos que promuevan el bienestar emocional y mental. Además de comer bien y mover tu cuerpo con atención, aquí hay algunas formas de mejorar tu salud mental:
- Practica el autocuidado regular: esto no tiene por qué ser caro o digno de Instagram. El cuidado personal puede parecer como dormir una hora más en un día laborable, mantenerte hidratado, decir no a los planes o simplemente tomar una ducha prolongada. Cualquier cosa que te haga sentir renovado puede considerarse cuidado personal y te ayudará en gran medida a mostrarte a ti mismo y a los demás.
- Duerme lo suficiente: ¡el sueño es esencial! No dormir lo suficiente en cantidad y calidad puede alterar el control del azúcar en sangre y el apetito, causar desequilibrios hormonales, afectar tu estado de ánimo e incluso afectar la capacidad de tomar decisiones. Para tener menos estrés y más calma, trabaja en tu rutina de sueño, como establecer la hora de dormir y sacar el teléfono de la habitación.
- Prioriza tus conexiones: contar con el apoyo de tus conexiones sociales, desde amigos y familiares hasta compañeros de trabajo, promoverá un estado mental más saludable. Saber que puedes recurrir a alguien cuando estás estresado o tienes un día difícil fomenta sentimientos de pertenencia y comunidad, los cuales son atributos de algunas de las personas más saludables del mundo.
- No tengas miedo de pedir ayuda: si estás luchando con tu salud mental, busca ayuda profesional de un terapeuta, psiquiatra o psicólogo, según tus necesidades. Los profesionales de la salud mental están equipados para discutir tus inquietudes de manera confidencial y sin prejuicios, lo que puede ser beneficioso si no deseas compartir cosas personales con familiares o amigos cercanos.
Otras áreas de bienestar
Cubrimos las grandes áreas de bienestar con las que probablemente estás familiarizado, pero ¿qué hay de las otras áreas de nuestras vidas que pueden afectar nuestra salud?
La salud espiritual a menudo se pasa por alto porque se siente como si fuera todo o nada, ¡pero no tiene por qué ser así! La espiritualidad puede parecerse a una religión organizada o a cualquier cosa que te ayude a sentir una conexión con el universo mayor, como estar en la naturaleza, meditar, practicar la gratitud o incluso tu práctica de yoga.
También considera el bienestar ocupacional, que es cómo te sientes con respecto a tu trabajo o carrera. Muchas personas tienden a seguir con sus trabajos aunque no se sientan satisfechos, lo que puede afectar su bienestar, definitivamente. El estrés y la ansiedad de estar en un trabajo que odias pueden causar síntomas físicos y emocionales, sin mencionar que no sería una persona muy divertida. Detecta las señales de que estás en la carrera equivocada y trata de hacer un cambio.
Por último, ¿cómo favorece o daña tu salud el entorno en el que te desenvuelves? ¿Tu casa carece de luz natural? ¿No puedes acceder a espacios verdes en tu comunidad? ¿Vives con alguien que no te respeta o no te aprecia? Tu entorno abarca todas estas cosas y más y puede afectar su bienestar.
Ahora que conoces bien la diferencia entre salud y bienestar, ¿qué sigue? Probablemente ya estés haciendo una lista de los cambios que deseas realizar en tu rutina diaria.